Cómo ingenieros de software, estamos acostumbrados a trabajar en entornos que tienden al cambio y a la evolución; no sólo a nivel técnico, con la aparición de nuevas tecnologías o lenguajes, sino también al entorno en el que el usuario percibe y se relaciona con las tecnologías (redes sociales, web semántica, etc.)
Esta evolución o cambio está también presente en la industria del turismo, en cómo el usuario percibe el entorno y busca nuevos destinos que ofrezcan una oferta que complemente a la alojativa. El cliente cada vez da menos importancia al alojamiento y más al conjunto de actividades que puede desarrollar en el destino o a la especialización de los mismos (destinos exclusivos para la práctica de golf, para hacer surf, submarinismo, etc).
Y es aquí cuando se presenta la diversificación de productos: ahora no sólo vale con ofertar servicios alojativos, hay que ofertar actividades y experiencias que aporten valor al destino turístico. Los turistas ven cada vez más como objetivo de unas vacaciones, no sólo el destino, sino las actividades y servicios complementarios que éste les ofrece. Veamos como ejemplo la isla de Lanzarote, un destino, a priori, incapaz de competir con otros destinos más “turísticos” tipo Cancún. Sin embargo, es altamente valorado por los aficionados al surf, los deportes acuáticos y a las estaciones náuticas.
Con la aparición de esta cultura del turista, cobra cada vez más importancia la forma en la que el ocio complementario debe ofrecerse. Tres puntos importantes para mejorar la forma de ofrecer ocio complementario son:
- Los distribuidores de productos deben hacer hincapié en mejorar su presencia en la red
- Convertirse en proveedores de servicios para que otros distribuidores o asociaciones de distribuidores oferten sus productos llegando así a un mayor número de turistas.
- Convertirse en distribuidores de productos de forma que puedan complementar su oferta al cliente.
Es por eso por lo que en post anteriores hemos introducido el tema de la interoperabilidad y los distintos estándares de comunicación; por la nueva necesidad existente de poner en contacto a todo el conjunto de participantes que intervienen en el ecosistema turístico.
Imaginemos por un momento que en ese destino turístico, Lanzarote, se ofertan por un lado actividades de surf, por otro lado alquiler de barcos y excursiones y por otro la oferta alojativa clásica. Si observamos el conjunto por separado, parece que no aporta un valor adicional al destino, pero si centralizamos el conjunto en un único punto, en el que ofrecemos el destino como el conjunto de actividades más alojamiento, estaremos añadiendo valor al destino. Este valor creado a base de asociaciones entre distintos proveedores de ocio complementario y oferta alojativa necesita dos puntos claves:
- Interoperabilidad como medio de comunicación.
- Base tecnológica que soporte a todo este proceso y sea capaz de centralizar, poner en contacto a cada distribuidor y proporcionar los medios necesarios para que el proceso se lleve a cabo con éxito.